Hola, a tod@s, en especial a los técnicos que visitamos obras.
En esta entrada no os voy a contar ninguna visita de obra, pero sí algo muy relacionado con ello. Os voy a hablar de una herramienta que hace unos años era muy práctica pero que con el tiempo se ha convertido en imprescindible: la cámara de fotos.
Aunque todos llevamos siempre el móvil encima (otra herramienta imprescindible) y en la actualidad todos tienen cámara de fotos (según el modelo son muy buenas) no podemos olvidar nunca de llevar encima la cámara de fotos. Nos sirve para tener un "recuerdo" de como van avanzando las obras, nos ayudan mucho a la hora de tomar datos para un nuevo proyecto y en muchos casos nos ayudan a detectar cosas que a simple vista son muy difíciles de percibir.
El problema de estas herramientas es que no están pensadas para la dura tarea de moverse por dentro de una obra y mucho menos si tienes que hacer la visita por un andamio. Son aparatos un poco delicados y a la mínima crash!! Pues eso es lo que me pasó hace poco, llevaba la cámara en el bolsillo trasero de los tejanos, que es donde siempre la guardo mientras me muevo por la obra para no llevarla en la mano, y un pequeño golpe del que no me dí ni cuenta tuvo resultados fatídicos: se rompió la pantalla posterior.
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El cristal líquido de la pantalla rota |
La cámara sigue funcionando bien, pero no se puede ver donde enfocas ni puedes comprobar si ha salido bien la foto.
Os pongo unas fotos de las tres que he tenido hasta ahora:
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La primera y la mejor de todas |
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Se nota el desgaste |
La primera, a la que le tengo mucho cariño y me ha dado muy buenos resultados, le pasó algo similar. Era una SONY Cyber-shot DSC-T33 de 5.1Megapixels. Para el trabajo era perfecta: carcasa metálica, diseño extraplano y lo mejor de todo que el objetivo no salía hacia fuera al encenderla! (no he vuelto a encontrar otra igual) Con ella he hecho mas de un millón de fotos en una obra de urbanización en la que hacía permanencia en obra todos los días hacia mas de 50 fotos, pero pasó lo mismo: un golpe y se jodió el sensor. La reparé pero ya nunca volvió a ser lo mismo. Perdió calidad de imagen y según por donde la cogieras se le cruzaban los cables y hacia fotos color fucsia. Os pongo una de ejemplo:
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Resultado de una foto con el sensor dañado de la primera cámara |
La intención de esta entrada es que me ayudéis a salir de una duda: ¿hasta que punto es importante la calidad de las fotos en las obras?
Me lo pregunto por que la cámara nueva me la compré después de ir tirando unos meses con la rota, sin poder ver la pantalla, hasta que encontré una oferta. Por 39,90€+iva una cámara nueva con 14Megapixels. No es de marca muy buena comparada con la SONY, pero para usarla en las obras me sirve, creo.
La estropeada es una SONY Cyber-shot DSC-W55 de 7.2Megapixels con una óptica CarlZeis (de las mejores). La nueva es una BenQ DC E1465 de 14Megapixels, con tropecientas opciones pero no me convence la calidad de las fotos aunque a su favor tiene un gran angular (distancia focal de 24mm) , opinad vosotros mismos.
Os traigo unas fotos de un comparativo que hice entre las dos cámaras, como veréis en las primeras fotos las cogí las dos juntas e hice fotos iguales, desde la misma posición, al mismo tiempo, con la misma resolución y en las misma condiciones ambientales para comparar los resultados. (Qué pensarían los que me vieron por la calle con esa pose).
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La BenQ actual |
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La segunda SONY |
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