miércoles, 14 de marzo de 2012

Promesas

Lo prometido es deuda, tal como dije ayer quiero postear algo cada día.

    Hoy no es algo relacionado directamente con la profesión de arquitecto técnico, pero que a los que trabajamos como autónomos nos es muy difícil, por no decir imposible, separar lo personal y lo profesional. Siempre hay algo del trabajo que te ronda la cabeza, estás en casa recogiendo la cocina y estás pensando en un detalle que hacer con el AutoCAD en los planos que tienes que entregar; o ir pensando en las llamadas que tienes pendientes de hacer al día siguiente mientras vas de camino a recoger a tu hija, que ves a ratos, a casa de tus suegros y pensando que cuando llegues a casa, hagas la cena, cenes, acuestes a la niña y veas un poco la tele te vas a poner en el ordenador a acabar el detalle del plano que tienes que entregar del que has acordado antes mientras fregabas los platos...

    Hace un momento he comentado en Twitter: "Después de un día bueno siempre llega uno malo. ¡Es tan difícil mantener la felicidad! ¿Cuando dejaremos de estresarnos?".
Es que esta vida está hecha para disfrutarla pero es imposible, tenemos que trabajar para poder vivir y hoy en día mucho más de lo que se debería para poder subsistir. Sólo nos quedan los fines de semana para poder estar con la familia y disfrutar algo de la vida, pero a veces es imposible por que necesitamos descansar de la semana que se acaba y reponer fuerzas para afrontar la siguiente semana. El trabajo de despacho no es muy cansado físicamente, sólo el culo de estar todo el día sentado, pero la fatiga mental es mucha.
    Los días buenos son por que pasa algo, por pequeño que sea, que te hace apreciar la vida y disfrutarla pero son momentos tan fugaces que enseguida aterrizas otra vez en la realidad de la vida estresante y caótica que te obliga a dejarte las ilusiones a un lado y preocuparte sólo por trabajar para conseguir dinero para entregárselo al  banco para que puedan aumentar sus ganancias millonarias y tú quitarte un pellizco de esa deuda que ellos mismos te empujaron a firmar para toda la vida.

    No espero hacerme rico trabajando, por que es imposible siendo honrado, sólo los corruptos se forran hoy en día; pero aspiro a no tener que mirar con lupa los precios cada vez que voy al supermercado o a poder salir a tomar algo fuera de casa sin tener que ir comparando precios o poder comprarle a mi niña alguna cosa si se le antoja.  ¡¡Que hasta ella con 3 añitos entiende la situación!!